Crónica de la presentación de la asociación Reagrupament en Lérida
Joan Carretero presentó ayer, 7 de octubre, en el Edifici Transfronterer de la Universitat de Lleida, este proyecto político en el que fue su primer acto público después de ser elegido presidente de la organización. Puntualmente finalizaba la ambientación musical en catalán con Els segadors y Carretero comparecía, acompañado del Doctor en Historia y alcalde de Rosselló del Segrià Jaume Fernàndez, en una mesa flanqueada por dos banderas independentistas catalanas,. Ante un auditorio de unas 500 personas y seguido también por internet, el doctor Fernàndez inició el acto explicando el objetivo principal de dicha asociación: “conseguir la independencia [...] la construcción del estado catalán” a través de una “regeneración política” que instaure “una democracia de verdad”. Este proyecto, que nace con el objetivo de “dinamitar el panorama político catalán [...] en el buen sentido” y poner fin al “camino hacia la corrupción política” que representa el autonomismo y el federalismo, se inició formalmente en Barcelona el pasado sábado 3 de octubre con la 1ª Asamblea Nacional de la asociación Reagrupament.
En una constante crítica al modelo político español, Fernàndez, en línea con la tradición catalana de “llevar inventos al mundo”, consideró que el “interés propio” debe ser el argumento de mayor peso en la construcción del estado catalán. Advirtió, al igual que posteriormente lo haría Carretero, que, renunciando al independentismo, la nación catalana desaparecerá y se convertirá “en una región de Castilla”, por lo que éste debe ser el “camino a explorar en el siglo XXI” a pesar de “las incognitas”. Basándose en numerosas citas de políticos del mundo anglosajón, insistió en la idea de que “si pasas de la política, la política no pasará de tí”, por lo que se hace necesaria la actuación de “estadistas y no políticos” que favorezcan “el control y el reequilibrio” de la democracia. Finalmente hizo una reflexión sobre la corrupción en España y el papel central que juegan los partidos políticos en el sistema actual. Basándose en varios estudios afirmó que los partidos vencedores disfrutan de un “poder feudal” ejemplificado en el “gran número de cargos” que pueden designar y las fundaciones u otros organismos controlados por éstos.
Por su parte, Joan Carretero inició su discurso con una llamada por “un cambio de ver el mundo”, ya que la nación catalana “vive al borde del abismo”. En línea con las palabras de Fernàndez sobre el interés propio, insistió en la cantidad de 21.000 millones de euros que cuesta a Cataluña seguir siendo parte de España, “60 millones de euros al día, 3000 euros al día por persona”. Puso el ejemplo de los 150 euros que deben pagar los padres catalanes para que sus hijos dispongan de ordenadores en los colegios, mientras que en otras partes de España “los pagan con lo que sacan de Cataluña”. En su opinión la motivación económica es más que suficiente para “hacer un cambio”, ya que estos problemos “no se pueden solucionar con el estatuto político que tenemos”. Otro motivo importante al que se refirió fue la necesidad catalana de poder defender en primera persona sus intereses propios en Europa, ya que Cataluña, en relación con España, tiene “otro modelo de agricultura, de comercio y de finanzas”. Sobre esto añadió que “los españoles no negocian con los catalanes porque perdimos [la guerra de Sucesión]” y saben que “el catalán recibe el golpe en la espalda y no se gira”. Además advirtió que la lengua catalana sólo será oficial en la UE si hay un estado miembro que la tenga como lengua oficial, por lo que consideró equivocada la estrategia catalana actual basada en la cantidad de hablantes. También consideró un problema relacionado con el estatuto político actual de Cataluña la imposibilidad de participar en competiciones deportivas internacionales. Sobre la libertad de decidir, de la que también habló Fernàndez, él sostuvo que son los diputados del parlamento catalán los que deben asumir la responsabilidad de proclamar la independencia, al contrario de la línea esbozada por el referendum de Arenys de Munt. En este tema consideró que estar en la órbita del “imperio americano, que no es perfecto”, puede ser un acierto, ya que “junto a Gran Bretaña, han sido los primeros en reconocer los nuevos estados”.
Por otra parte, Carretero abordó el inquietante aspecto de la ideología afirmando que “lo que prima en el mundo es la eficiencia” por lo que “si la economía funciona bien da igual que se sea de derechas o de izquierdas”. Puso como ejemplo a Zapatero, “líder de la izquierda mundial”, quien ha subido los impuestos indirectos, los cuales perjudican más a los más pobres. Con sarcasmo afirmó que era “un crack”. En términos concretos afirmó que trabajarán “para que en 2010 haya en el parlamento catalán una formación política que proponga la independencia”, ya que “es dramático que Cataluña no disfrute de [la democracia]”. Mantuvo que para lograrla, una modificación del sistema y la ley electoral que ponga el acento en la división de las circunscripciones electorales es elemental. Esta reforma se inspiraría en los distritos electorales británicos, de menores dimensiones que los españoles. Gracias a ello, los diputados se verán sometidos al escrutinio de sus votantes más que al de su partido, lo que en su opinión favorecerá la democracia. A continuación criticó la falta de democracia de instituciones como las Diputaciones Provinciales, también la opacidad de las contribuciones económicas a los partidos y los métodos de adjudicación de contratos públicos. Finalmente, concluyó su intervención mostrando su voluntad de querer “hacer política para cambiar la política” y enfatizando el “sí a la independencia, sí a Cataluña”. Aplausos.
Para concluir el acto se abrió un turno de preguntas. Varios eran los empresarios presentes que mostraron su inquietud por las represalias que podría tomar el mercado español sobre los productos catalanes; ante ello, Carretero admitió que “no todos los empresarios saldrían beneficiados”, aunque minimizó el impacto teniendo en cuenta “el mercado global”. Por otra parte consideró un “intento de descalificación” las palabras de Joan Ferran (PSC), quien le señaló como el Umberto Bossi catalán; además dijo que la independencia de los llamados Paises Catalanes se daría “paso a paso”, empezando, como aclararía Fernàndez, por la “salida pacífica” de Cataluña del estado español. El mismo Fernàndez concluyó manifestando, como crítica final a los políticos profesonales, que Reagrupament viene “para hacer un trabajo” y que las personas que lo forman “volverán a casa”, ya que tienen “un trabajo [propio] que hacer”. Asímismo animó a los presentes a utilizar un sobre que habían recibido al principio para “dejar ilusiones o donar una mica per la causa”.
De este modo, con el culmen de Els segadors cantado por los asistentes, finalizaba la presentación en Lérida de Reagrupament, una asociación de ámbito político que se considera “no mejor, sino diferente” y que no tiene miedo a expresar sus fines claramente: independència i democràcia. ¿Quién da más?
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