Aproximación a la intervención socioeducativa en menores con medidas judiciales. Participación social, responsabilidad y libertad.
La consecuencia más visible de una conducta socialmente inadaptada continuada es la exclusión social. La persona inadaptada quedará al margen de la interacción con los demás individuos y no disfrutará de los beneficios y ventajas de ésta.
La delincuencia juvenil: la pérdida de la libertad.
Por delincuencia juvenil se entienden aquellos actos contrarios a las normas de convivencia tipificados en el Código Penal realizados por menores de 16 años. Estos delitos conllevan penas que van desde la prestación de servicios a la comunidad hasta el internamiento en centros de régimen abierto, semiabierto o cerrado, el cual supone una perdida parcial o total de la libertad.
La conflictividad y la delincuencia juvenil son procesos generales en la adolescencia. Se inician entorno a los 10-13 años y después de un aumento en la cantidad y variedad de los delitos, disminuyen conforme maduran y se hacen jóvenes adultos. Al ser comportamientos generales se extienden por todas las clases sociales sin excepción. El nivel de éxito en la recuperación socioeducativa o la profundización del conflicto dependerá más de la forma y el grado de la intervención socioeducativa por parte de los tutores y la administración que del entorno socioeconómico.
La intervención socioeducativa se basa en la generación de conductas positivas tales como la autonomía personal, la cooperación con los demás, o la capacidad crítica y de cambio. En el estado español la acción socio-educativa, jurídicamente hablando, es la función básica de la Justicia Juvenil, considerándose la privación de libertad como una respuesta penal ante hechos delictivos. Su objetivo es lograr la integración social de los menores entre 12 y 16 años (hasta 18 años según la autonomía) sujetos a medidas judiciales, a través de la construcción de habilidades y recursos personales. Debe ser activa, flexible, abierta y capaz de cambiar con los cambios de las condiciones y del contexto, a la vez que integral en tanto que emocional, física e intelectual.
Para ello trabaja tres ámbitos fundamentales e interrelacionados entre sí:
- psicológico: comprende todo lo relacionado con el psicodesarrollo del menor, así como las condiciones para la evolución posterior. La intervención tendrá en cuenta las necesidades del menor, su contexto personal, etc. con el fin de establecer una comunicación lo más fluida posible. Los dos grandes objetivos de este ambito son responsabilizar (afrontar las consecuencias de los propios actos y las posibles soluciones) y socializar (adaptarse a la vida social a través de su propio entorno y relaciones personales). La responsabilidad y el respeto a las normas ya aparece a los 6 años, por ello se trata de compensar el déficit educativo, social y asistencial de la persona, y su entorno, con vistas a una responsabilización gradual según la edad y el momento evolutivo del menor.
- sociológico: se refiere a las instituciones y las leyes que enmarcan la intervención y contribuyen a la socialización. Con el fin de garantizar la coherencia y la continuidad de la respuesta del menor se hace necesario identificar los factores sociales, ideológicos, económicos y legales que caracterizan su realidad y sus derechos, así como los límites y las funciones de la intervención.
- pedagógico: dada la limitación de la intervención en tiempo y objetivos, el objetivo primordial es ayudar a encontrar aspectos claves que clarifiquen la problemática. Los cuatro principios básicos son: individualización (la propuesta educativa se adapta a cada uno de los casos: sus características y sus necesidades específicas); normalización (no se darán servicios excepcionales, salvo en casos imprescindibles); integración (escolar, familiar y social), y sectorización (los problemas se atienden donde se desarrollan).
Con todo lo anterior se pretende generar entre el educador y el educando una relación educativa compleja, es decir, traspasar los márgenes curriculares con el fin de crear un proceso de aprendizaje constructivo dual: el educador aprende con el educando, y viceversa, siendo el primero sujeto de referencia en cuanto a las habilidades a desarrollar, pero nunca una figura dirigista o imponente.
Las fases de la acción socioeducativa.
La investigación se encarga de todos los elementos de la realidad en juego. El diagnóstico establece las relaciones entre estos elementos de la realidad y establece el o los problemas. En la programación se establecerá el plan de acción, se formularán objetivos, recursos y estrategias. La ejecución es la puesta en práctica del programa. Finalmente, la evaluación nos ayuda a juzgar la bondad de todo el proceso anterior.
La responsabilidad:
La participación social de los adolescentes.
La participación social se asienta sobre estas tres esferas de creciente amplitud que giran entorno a un pilar básico: la toma de decisiones. Concretando: las líneas de actuación en el mundo personal serán las encaminadas a facilitar la toma de decisiones a través de la información (saber informarse), la creación de opinión (opinión propia y autónoma) y el desarrollo de las actitudes para la acción (saber hacer). Por su parte, en el grupo de iguales se trabajará por la igualdad en el trato; el respeto hacia los demás, sus opiniones y sus derechos; la tolerancia hacia comportamientos distintos al propio; y la capacidad de negociación y de alcanzar acuerdos. Finalmente, para desarrollar una participación en la esfera social sujeta a una toma de decisiones coherente se necesita del sentido de pertenencia a dicha sociedad; del compromiso y la responsabilidad (con la misma y con sus individuos); del sentido crítico y del conocimiento de los mecanismos de organización colectiva.
No respeta a los demás ni a sí mismo
Ni se informa ni sabe ni opina de muchos asuntos
-> Irresponsabilidad -> Participación negativa ->Exclusión social
No respeta a los demás o a sí mismo
Opina de todo sin saber o no opina de nada sabiendo
-> Responsabilidad individual -> Participación pasiva o negativa -> Socialización básica
Respeta a los demás y a sí mismo
Opina cuando sabe y aprende cuando no sabe
-> Responsabilidad colectiva -> Participación positiva -> Socialización compleja
La libertad como meta socioeducativa
Todas las personas nacemos libres. También nacemos dependientes e irresponsables. Un proceso de aprendizaje educativo equilibrado fortalecerá la libertad a la vez que nos volverá autónomos y responsables con la madurez. De ahí la popularidad de aquello de mi libertad termina donde empieza la libertad de los demás. Esta “libertad condicionada” es la mezcla entre libertad y responsabilidad necesaria para una convivencia social positiva. Esta libertad es la meta pedagógica. Sin embargo, la sociedad considera que ciertos delitos deben ser penados con la pérdida de la libertad, incluso en el caso de adolescentes y niñxs. Este tiempo está considerado por la misma sociedad como la ocasión para aprender conductas para vivir en libertad. Si no fuera así, sería una ocasión desperdiciada para compensar las carencias socioculturales de estos menores.
Estas conductas se desarrollan dentro de tres esferas ya conocidas: el mundo personal, el grupo de iguales y la sociedad; y se materializan en tres aptitudes básicas para la libertad: la autonomía intelectual, la asertividad y la comprensión de la sociedad.
- mundo personal
-> autonomía intelectual ->saber informarse y formarse, sentido crítico, crear una opinión propia
- grupo de iguales
-> asertividad -> respetar a los demás y a uno mismo, igualdad en el trato, tolerancia, comunicación
- sociedad
-> comprensión social -> cómo es la sociedad, grados de socialización, roles sociales, etc.
Bibliografía:
PONCE ALIFONSO, C. (1995) "La Intervención en los procesos de Inadaptación Social" (Págs. 14-17) en Claves de Educación Social. Nº1. FEAPES. Barcelona.
FERRER, GLÒRIA (2005) "La participación en el mundo de los adolescentes" en Revista de Educación Social. Nº 4. Asociación Estatal de Educación Social (ASEDES). www.eduso.net.
DE OÑA, J.M. (2005) "El educador social: un profesional de la educación en contacto con la infancia" en Revista de Educación Social. Nº 4. ASEDES. www.eduso.net.
Ilustración:
ESCHER, M.C. (1956)Bond of union